Cicloturismo – Les Preses – Parc de la Pedra Tosca – Estadi Atlètic – Via Verde del Carrilet – Can Boliver – Can Serra – Can Pau – Llocalou – Can Bellvespre – Can Quelet – Can Quita – Casa pairal La Riba – L’Hostalnou – Santa Margarida de Bianya – Font de El Guitard – El Guitard – La Ferreria – El Pujalts – La Torre Santa Margarita – Sobeies – Sant Andreu de Socarrats – Font de Sobeies – El Perer – Riera de Riudaura – L’Esperança – Les Feixes – Plaza del Palau – Convento del Carmé – Font del Conill – Plaza Mayor – Puente de Santa Magdalena – Vitris – Obra de Domènec – Santa Magdalena – Can Roca – Ronda del Río Fluvià – Pont de Can Rosset – Pont de Sant Roc – Les fonts de Sant Roc – Molí de Sant Roc – Baixador de Codella – Les Voltes – Sant Pere – Antigua Estación Les Preses

Via Verde del Carrilet

Partiendo desde Les Preses, por donde pasa la Via Verde del Carrilet, subiremos hasta Olot bordeando por el norte hasta alcanzar el paso hacia la Vall de Bianya por el camino de les Feixes. La Vall de Bianya es un conjunto de pequeños y grandes valles que inundan un territorio de prados, bosques y riachuelos. El municipio está formado por diversos núcleos de población todos dispersados por el territorio y la mayoría alrededor de una iglesia románica.

Santa Margarida de Bianya

Históricamente este valle tiene muchas cosas por explicar, ya que por él pasa la vía romana del Capsacosta, una via secundaria que enlazaba con la Vía de Augusta que llevaba a Roma. La Vall de Bianya se encuentra dentro de los límites del Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa y cuenta con uno de los paisajes más bellos de toda la comarca. Los bosques de encinas, robles y hayas son algunos de los atractivos de estos valles. Son los mejores testimonios del paso de las estaciones. Éste es un valle donde la agricultura aún está presente y uno de los valores más importantes a preservar. Los cultivos, sobretodo de maíz, inundan gran parte de los campos de los valles, principalmente durante la primavera y el verano. La ganadería también es un elemento paisajístico. La pastura de vacas, así como la existencia de granjas de producción lechera, son otros de los atractivos.

Sant Andreu de Socarrats

También podemos encontrar una quincena de iglesias románicas que salpican los valles con su belleza y enriquecen este paisaje idílico con este valioso patrimonio. Las masías, algunas de las cuales cuentan con más de 800 años de historia, y las iglesias románicas son dos de los valores patrimoniales más importantes de estos valles. La mayoría de las casas están diseminadas por todo el territorio, de casi 100 kilómetros cuadrados. Las casa construidas piedra a piedra son la pisada de todos los que han vivido a la Vall. Un valle que durante mucho tiempo era una tierra de paso, como lo demuestra la Vía Romana, pero que ahora reivindica ser un territorio de acogida para mostrar toda su belleza.

 cultural.

El Perer
El Perer – Es una casa de arquitectura muy simple, reformada de manera muy respetuosa a la hora de adaptar las comodidades actuales. La puerta de entrada está al lado que da a la montaña, donde hay la nombrada font dels Enamorats, que provee de agua a el Perer. De planta rectangular y con una cúpula central cuadrada, acabada con un techo a cuatro vertientes, la parte más vistosa de esta casa corresponde a la fachada norte, donde hay la galería porchada, con cinco grandes arcadas, y que forman parte de la primera planta. Se tienen noticias de la familia Perer desde el siglo XIII, la cual fue propietaria de la masía hasta el siglo XVIII. El hilo de la historia se pierde a partir de Benet Perter, en el 1626. Casi al final del siglo XVIII consta que pertenecía a Francesc Pla, los descendientes del cual se la vendieron en el siglo XIX. El 1911 fue adquirida por la familia Mulleras, en cumplimiento del encargo testamentario del filántropo Camil Mulleras y Garrós.
La Riba

La Riba – Hay noticia de la existencia de esta casa solariega desde el siglo XIV. Fue propietaria la familia Riba, una heredera de la cual, Magdalena Riba, se casó con Joan Burch y Sanyols en el siglo XVIII. Sus descendientes continuaron viviendo en la casa hasta el 1961, cuando la finca fue vendida a una empresa. Al final del siglo XIX se encargó un proyecto para la reforma y ornamentación del edificio, que no llegó a plasmarse y fue sustituido por el arquitecto Rafael Masó y Valentí. De esta reforma modernista, con una importante decoración exterior, destacan las esplendidas galerías porchadas de la fachada principal, al sur, en la parte superior de la cuales hay un singular reloj de sol incrustado que lleva la inscripción Conto només que / les hores serenes / Llohat sia Ntre. Déu. El proyecto, encargado por Joaquim Burch, es de 1906 y las obras finalizaron cinco años más tarde, después que la casa hubiera pasado a manos del heredero, Josep M. Burch y Sitjar.

Sobeies

Sobeies – Había sido el antiguo casal de una de las familias señoriales de las tierras de Bianya: los Socarrats. Hay noticia de esta casta desde el siglo XI y el apellido se mantuvo hasta el 1496, al casarse Francesca de Socarrats con Narcís Mas d’Amont, alias Sobeies. A partir de este matrimonio, la casa pasó a ser preferentemente conocida como Sobeies, denominación que se ha mantenido hasta nuestros días, aunque diversas generaciones de Socarrats hayan sido poseedoras hasta el siglo XX.

Sobeies

El edificio ha sido modificado en diversas épocas. En la fachada de levante, a tocar la escalera de acceso a la casa solariega, hay un antiguo capitolio adosado que se considera prerrománico, procedente de la primera iglesia de Sant Andreu de Socarrats. En el dintel de la puerta de entrada de la casa hay grabada la fecha de 1821 y en la fuente que brolla entre la casa y la iglesia consta Simon Socarrats – 1739. En el dintel de la puerta de entrada, en la parte de la casa destinada a los caseros, hay esculpido el anagrama de Jesucristo (IHS), situado entre la fecha de 1769. En la fachada sur hay un espacioso e interesante patio.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 34 km la vuelta.