Santa Maria de Barberà (la Romànica) – Hacia el año 1000, la comarca del Vallés entraba en un período de renovación social. Se construyeron iglesias pagadas por los mismos fieles y, a veces, construidas por ellos mismos. El señorío de Barberà fue escogido como sede de una iglesia parroquial. La cabecera parece que se levantó entre el 1050 y el 1090 (la primera cita aparece en 1123). La nave principal, sin embargo, es del siglo XII, y se dice que fue consagrada por el obispo Sant Oleguer. Consta como parroquia desde 1143, cuando fue dada a la orden del Temple (escritura de Ramón Berenguer IV). El templo tiene una concepción sencilla, se combinan unos elementos muy simples: fajas y arquerías, cornisa y zócalo, dientes de sierra y en general una textura y unos colores de los muros muy contrastados. El constructor jugó con piedras de tres tonos de color diferenciados y de tamaño similar. La combinación es austera y elegante.

Mirador de Santa Maria de Barberà

En el interior hay pocas decoraciones, buscando líneas y planos que ofrecen un ambiente austero y discreto. El conjunto ofrece una sensación de amplitud muy superior a la real. Con el incendio y saqueo del 21 de julio de 1936 se perdió parte de las pinturas murales, archivos y objetos ornamentales y de culto, algunos valiosos. En 1949 eliminaron a las arquitecturas no originales añadidas, capillas del siglo XIV y restos de la casa parroquial, y restaurarse parte de los desperfectos. Finalmente, en 1966 se hizo una nueva restauración, para evitar los efectos de la falta de los aguaceros y falta de ventilación, que había afectado a los frescos. En 2007 se ha iniciado un proceso de estudio y análisis del monumento, con el objetivo de una nueva restauración. En 1919 se descubrieron pinturas románicas bajo una capa de cal, que ocupan los tres ábsides y los espacios que hay entre ellos. Hacia los años cuarenta se hizo una restauración, con criterios discutibles. Según Carbonell, las pinturas del ábside central y las de los laterales corresponden a épocas diferentes, entre los siglos XII y XIII.

Fuente de Can Moragues

Torrent dels Colobrers – El torrente de Colobrers también es conocido con el nombre de torrente de la Tosca o de Can Pagès, y es uno de los espacios más valorados del rodal sabadellense. Tiene unos 6 km de longitud. Nace en la serra del Vent, de Castellar del Vallès, atraviesa el plano de la Bruguera y, al entrar en el término de Sabadell, se encaja en el terreno formando unas orillas altivas y abruptas. Casi al final del recorrido pasa en medio de Can Garriga y Can Pagès y desagua en el río Ripoll cerca del puente de Castellar. El agua que aporta el torrente procede de la fuente de Can Moragues y también de los diferentes y ricos acuíferos de la zona.

Torrent dels Colobrers

Parte de esta agua se capta en una mina y se conduce por galerías subterráneas, acequias e incluso un pequeño acueducto. Los destinatarios son todavía los cuatro propietarios del entorno que se la repartieron el año 1856: los Pagès, los Garriga, los Moragues y los Barata. La espectacularidad del lugar es debida en parte a las especies vegetales, que son exuberantes. Entre la vegetación de matorral, destaca la clemátide, la hiedra, la zarzaparrilla y la zarza. En cuanto a los árboles de ribera, abundan los chopos, los sauces y los plátanos plantados, junto a diferentes esqueletos de olmos afectados por una plaga de hongos. Los juncos, el carex, los berros, la sarriassa, los helechos, las hiedras y la cola de caballo son algunas de las especies de ribera que más crecen.

Torrent dels Colobrers

En cuanto a la fauna, son frecuentes el petirrojo, el chochín, la oropéndola, el ruiseñor e incluso algún gavilán. Pero también el tejón, la garduña, los ratones y las musarañas, junto a la rana verde, la ranita, el sapo, la salamandra y el vitriolo. Sin embargo, los invertebrados son los seres más abundantes. En el año 1981 este torrente sufrió un desgraciado vertido de fuel que hizo peligrar notablemente la biodiversidad del lugar. Finalmente se pudo detener la «marea negra», pero los restos de material químico no acabaron de desaparecer hasta casi diez años después. En 1991 el departamento de Promoción Económica del Ayuntamiento de Sabadell creó la Escuela Taller de Medio Ambiente La Salud. Los jóvenes que trabajaron se dedicaron, en parte, a limpiar y arreglar el torrente de Colobrers y la fuente y la balsa de Can Moragues. Construyeron unas pasarelas y cerraron accesos para delimitar un único trazado, con la intención de ahorrar erosión innecesaria. 

Parc Catalunya – El Parque de Cataluña es un parque situado en el municipio de Sabadell, dentro de la zona conocida como el eje Macià que se inauguró en 1992. Ocupa una extensión de 43 hectáreas, desde el Eix Macià hasta Can Rull, incluyendo la masía de Can Rull, una casa basilical con vestigios arquitectónicos del siglo XV. En el parque hay dos esculturas: Árbol de hierro de Antoni Marquès, situada en el centro del terreno, y A de barca de Joan Brossa, en el césped del lado del lago.

Ayuntamiento de Sabadell – El edificio del Ayuntamiento fue construido como colegio entre los años 1871 y 1872 por los Padres Escolapios. En 1880, el Ayuntamiento adquirió el edificio y el año 1885, tras las obras de reforma, el consistorio se instaló. La reforma más importante fue la del año 1900 cuando se rehizo la fachada posterior (la que da a la plaza del Doctor Robert) y se transformaba el antiguo patio de la escuela en plaza pública. En la actualidad, el edificio del Ayuntamiento está estructurado en planta baja, entresuelo, piso y ático. Presiden la entrada en el Ayuntamiento dos farolas de hierro, réplica fiel de los que iluminaban la plaza de Sant Roc a principios de siglo.

Església vella dels Escolapis – La llamada Iglesia de los «Padres», también llamada Església Vella dels Escolapis, Església dels Pares Claretians o del Cor de Maria, fue inaugurada en el año 1832. La financiación fue fruto de la súplica de los escolapios a raíz de una visita de Fernando VII en Sabadell el año 1828. La concesión para la construcción fue de 480.000 reales. El templo, de estilo neoclásico, es obra del arquitecto Antoni Cellers. Desde 1899 pertenece a los misioneros claretianos, que llegaron a Sabadell ese mismo año. Las dos esculturas que hay en la fachada (colocadas en 1949) son obra del sabadellense Camil Fábregas y representan Sant Antoni Maria Claret y el Doctor Félix Sardà i Salvany. En el interior, destacan las pinturas y esculturas de Salvador Mayol y Adrià Ferran.

La Creu de Barberà – es un barrio de la ciudad de Sabadell, situado al sur de la misma, la Creu de Barberà constituye la frontera de Sabadell con la vecina ciudad de Barberá del Vallés. Su nombre proviene de la cruz (creu en catalán significa cruz) que en el pasado se situaba a las entradas y salidas de las ciudades a modo de primitiva señalización. En esta disposición la Creu de Barberà indicaba a los visitantes la llegada a Sabadell desde Barcelona dirección Tarrasa, o bien la salida de la ciudad de Sabadell dirección Barcelona. La razón por la que no se llama «Creu de Sabadell» es porqué hasta el año 1959 este barrio perteneció a Santa María de Barbará, actual Barberá del Vallés. Ese año se anexionó a Sabadell para proporcionarla más espacio para edificar viviendas, tener más población que Tarrasa y también poseer más cantidad de población para tener más presupuesto por parte del Estado. Hay que destacar que Barberá perdió aproximadamente el 80% de su población. Igualmente, la Iglesia de Santa María de Barberá siguió perteneciendo a Barberá, y hoy por hoy también.