Hoy comenzamos por un itinerario que coincide en parte con el llamado «Tierra de Brujas». Desde el centro de Centelles y recorriendo los rincones del mismo, subimos hacia el cerro de Bellesguard. De camino nos recreamos la vista con algunas arquitecturas como la de la casa Pratmarsó o la Sociedad Coral LA VIOLETERA, fundada en 1892. Parece ser que desde hace muchos años las mujeres nacidas en Centelles han tenido fama de brujas. Esta reputación a sido recojida por historias y leyendas » De Centelles, «Bruixes totes elles», » Centelles, terra de Bruixes», trasmitiendose de generación a generación. El cerro de Bellesguard, situado sobre el antiguo camino de Balenyà, donde se encontravan las horcas que simbolizaban el dominio jurisdiccional de los condes de Centelles y donde se ejecutaban a las supuestas brujas.
Desde allí tomamos rumbo hacia el mas de Banyeres, documentado por primera vez a mediados del siglo XI. Pasado el Mas se encuentra un circulo de cipreses llamado «Cercle de les Bruixes», sonde se hacían encuentros esotéricos. Mas adelante topamos con un cartel donde se informa de las rutas de vías ferratas de la zona. En ese trayecto entre el mas y la pista de las vías ferratas un sendero a la derecha baja hacia un torrente que va a parar al torrente de Banyeres. Bien visible vemos un puente de madera que lo cruza, pero antes a la derecha una fuente nos sorprende y se trata al parecer de la Font de les Bruixes, aunque no he encontrado referencias por ningún lado. Pasado el puente unos caminos túnel nos llevan a prados y rincones curiosos.
Ahora retornamos camino atrás sobrepasando el Mas Banyeres hasta el cruce del Mas Terrades. Seguimos el indicador y en una curva a pocos cientos de metros encontramos la Font de Terrades, tampoco teníamos referencia, por lo que es una sorpresa. Del mas de Terrades se tienen noticias del 1515, presenta una torre cuadrada de origen medieval, coherente con la situación a pies del camino real de Colsuspina en el Moianès. Seguimos camino que nos devuelve al Centelles y damos con la arquitectura Novecentista del colegio Ildefons Cerdà del 1930 que fue inaugurado por Francesc Macià el 1932.
Ahora tomamos dirección al barrio de Sant Ferran y la Estrada donde podemos ver el molino de la Estrada, pero seguimos hacia arriba en dirección al Mas Vinyoles. Antes de llegar y a mano derecha en un pequeño prado con alguna mesa de piedra y barbacoa, escondida al final de unas escaleras, encontramos la Font Calenta que conjunta dos aspectos de la simbología esotérica, el agua y el calor que provienen del interior de la tierra. Parece ser que esta fuente y la no muy lejana fuente sulfurosa de la Sauva Negra, son lugares con un alto grado de ENERGÍAS TELÚRICAS de la zona.
Llegamos al Mas Vinyoles tiene su origen en una villa allá por el año 898 que dio nombre a la parroquia de Santa Coloma hasta finales del siglo XV. Conserva restos de un recinto amurallado y elementos góticos. Fue la donación de los castlans (castellans) del Castillo de los Centelles y por tanto formaba parte del entramado señorial que perseguía a bandoleros y brujas.
Al dejar el mas Vinyoles tomamos dirección hacia Sant Marti de Centelles intentando reseguir al máximo la costa baja de los Cingles y pasar por el máximo de Masías posible. La primera el Mas Soler desviándonos un poco, retomamos el camino hasta la Torre del Pla, desde alli un atajo nos conduce hacia Can Manel. Seguimos las pistas que mas o menos nos parecen adecuadas hasta llegar a la Rovira de Baix. Otra sorpresa es la de encontar un lugar unos metros antes que la masía donde se encuentra lo que seria la Font de la Rovira ( bautizada por nosotros) ya que tampoco encuentro referencias. El lugar es magnifico y la masia de la Rovira de Baix tiene una típica estampa de Masía Catalana. Ahora bajamos a la carretera y cruzamos al otro lado donde esta la Fornt del Forn de la Rovira, siguiendo el sendero nos lleva de vuelta a Centelles donde finalmente pasamos por el safareig del Serrat.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 11 km toda la vuelta.