Pues hoy voy a clase de spinning en el centre esportiu Joan miro y resulta que el monitor a media clase da pie a preguntarnos que tal nos encontrabamos y yo despues de soportar un nivel de decibelios muy alto que debe superar los 100 decibelios le digo que aún estando en la segunda fila me voy a quedar sordo como siga con este nivel de sonido y su respuesta fue decir esto de: » nunca llueve a gusto de todos » y siguió con el mismo volumen de sonido el ivan porque sin duda a esta edad ya debe estar medio sordo el monitor de spinning y para él aquel sonido era lo correcto y lo normal, pero evidentemente para mi aquel nivel de decibelios soportados en el centro esportivo Joan Miro era excesivo y atentaba contra la salud de mis oidos.